Un bar de estilo almeriense en el centro de Madrid.
De Almería y su estilo de bares de tapeo ya hablamos anteriormente en el blog, basta con hacer una visita a la sección de Escapadas. Pero en esta ocasión, los habitantes de Madrid podrán viajar a la ciudad andaluza sin moverse de la capital. ¿Cómo? Pues muy sencillo, visitando la céntrica calle de Moratín y acudiendo al bar La vecinita de enfrente.
En este local de sugerente nombre, uno no sólo conversará con camareros almerienses (más en concreto de Roquetas de mar) sino que degustará del buen tapeo de la zona. Es decir, con cada consumición irá incluida una gran tapa para cada comensal a elegir entre más de 30 opciones.
Entre estas posibilidades uno podrá degustar, en compañía de su cervecita Mahou, de raciones de embutidos variados, de supertostas de diversos ingredientes (especialmente deliciosas las de queso de cabra, ya sea con salsa de arándanos o cebolla caramelizada), de montados o de un plato se salmorejo. Es decir, hay bastante variedad en la lista.
En cuanto al precio de la consumición, al igual que sucede en Almería, va inflado por la tapa que te ponen, con lo cual es un poco caro, siendo el de la caña normal de 2,50 euros y el de la doble (lo que aquí recomendamos) de 3. Claro, hay que tener en cuenta que con dos rondas uno ya saldrá cenado de la taberna. A su vez, hay que indicar que este no es un bar para cañear, sino para cenar, algo parecido a lo que sucede en la propia ciudad del Alcazaba.
Pero este bar ofrece más cosas además de lo ya dicho. El sitio está muy bien diseñado, posee muchos sillones coloridos y cómodos, y cuenta con la posibilidad también de fumar cachimba para los clientes que lo deseen. Y encima los chavales que llevan el local son amables y simpáticos. La única carencia importante que uno percibe es que a veces tardan demasiado en servirte lo que pides, y que en verano hace un poco de calor por dentro (además, de momento no tienen terraza por fuera).
En definitiva, La vecinita de enfrente es un curioso bar que pone su granito de arena dentro de una ciudad ya de por sí cosmopolita como es Madrid. Así pues, es sin duda recomendable el visitarlo al menos en una ocasión. Saldrán bien comidos, y lo de bien servidos, lo decidirán ustedes.
De Almería y su estilo de bares de tapeo ya hablamos anteriormente en el blog, basta con hacer una visita a la sección de Escapadas. Pero en esta ocasión, los habitantes de Madrid podrán viajar a la ciudad andaluza sin moverse de la capital. ¿Cómo? Pues muy sencillo, visitando la céntrica calle de Moratín y acudiendo al bar La vecinita de enfrente.
En este local de sugerente nombre, uno no sólo conversará con camareros almerienses (más en concreto de Roquetas de mar) sino que degustará del buen tapeo de la zona. Es decir, con cada consumición irá incluida una gran tapa para cada comensal a elegir entre más de 30 opciones.
Entre estas posibilidades uno podrá degustar, en compañía de su cervecita Mahou, de raciones de embutidos variados, de supertostas de diversos ingredientes (especialmente deliciosas las de queso de cabra, ya sea con salsa de arándanos o cebolla caramelizada), de montados o de un plato se salmorejo. Es decir, hay bastante variedad en la lista.
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Un ejemplo de las tostas/baguettes que te ponen. |
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El diseño de La Vecinita de enfrente está bastante trabajado. |
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Las cachimbas también están presentes en el lugar. |
Calidad cerveza: 8
Variedad en bebidas: 7
Nivel tapas gratis: 9
Calidad comida: 7
Precio: 6
Relación rentabilidad calidad-precio: 7
Limpieza: 8
Comodidad: 10
Atención al cliente: 8
Amplitud de raciones: 6
Ambiente fiestero de la zona: 9
C/ Moratín, nº 25. Metros: Antón Martín, Sol. Autobuses: 6, 26, 32. Teléfono: 697555902.
Comentarios
Tiene mas rollo malasañero, alternativo y se agradece mucho, ya que la zona es casposilla.
Es el complemento ideal de Mi madre es una grupi.
Tardan en hacer las tostas, pero están mú sabrosas.
La verdad que es un bar muy completo con buena atención y música muy buena es muy recomendable diez puntos
invitan a una cachimba. Es muy agradable tanto para estar de relax porque es intimo como para estar animado. Lo unico que no probamos la comida porque ya era tarde. Y como pega los baños, les falta bastante higiene, y no funcionan bien. Por lo demas encantado!!! Volveremos pronto a cenar y repetir los cocteles!