Tapas y raciones de calidad en un hormiguero
El Tigre, uno de los lugares más emblemáticos del centro de Madrid, tiene todo lo necesario para distinguirse de los bares de la zona, de hecho tiene todo lo necesario para distinguirse en una zona muy amplia. Está situado en una especie de triángulo de Las Bermudas (en el que desaparece el dinero de tu cartera sin saber muy bien cómo) formado por las bocas de metro de Gran Vía, Banco de España y Chueca.
A un precio de 2,50 la caña, viene acompañada de un plato de aperitivos bastante variados; croquetas, alitas, jamón, queso y muy reseñable la salsa brava de sus patatas, y se repiten ronda tras ronda. Las raciones en general son generosas y no están nada mal de precio.
Siempre se dice que la primera impresión es la que cuenta, pero por suerte también está la parte de que no hay que dejarse llevar por las apariencias. La primera vez que entres puedes llegar a pensar que has caído en un agujero de gusano que te ha llevado a un pueblo montés, cerca de un coto de caza, y quizá no muy lejos de allí unos batidores estén llevando a cabo sus habituales rituales de bailar break dance en círculos, decorado con trofeos de caza, ladrillo rústico y madera, a media luz encuentras un lugar muy acogedor para charlar siempre que no vayas las horas comunes de tapeo. Pero, si esto sucede, o si por algún motivo vas el fin de semana probablemente todas las comparaciones monteras quedaran eclipsadas por el parecido con un hormiguero. ¿Sueles ir a Gran Vía en Navidad? ¿A las rebajas de Enero?, aquí puedes empezar a entrenar.
Y con esto hemos acabado con el principal problema de El Tigre, todo lo demás parecen ventajas: camareros agradables, raciones abundantes, mucho sitio (hay una zona con bastantes mesas al fondo), cercanía de las zonas para salir, y, ¿hemos dicho ya tapas abundantes?
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A un precio de 2,50 la caña, viene acompañada de un plato de aperitivos bastante variados; croquetas, alitas, jamón, queso y muy reseñable la salsa brava de sus patatas, y se repiten ronda tras ronda. Las raciones en general son generosas y no están nada mal de precio.
Siempre se dice que la primera impresión es la que cuenta, pero por suerte también está la parte de que no hay que dejarse llevar por las apariencias. La primera vez que entres puedes llegar a pensar que has caído en un agujero de gusano que te ha llevado a un pueblo montés, cerca de un coto de caza, y quizá no muy lejos de allí unos batidores estén llevando a cabo sus habituales rituales de bailar break dance en círculos, decorado con trofeos de caza, ladrillo rústico y madera, a media luz encuentras un lugar muy acogedor para charlar siempre que no vayas las horas comunes de tapeo. Pero, si esto sucede, o si por algún motivo vas el fin de semana probablemente todas las comparaciones monteras quedaran eclipsadas por el parecido con un hormiguero. ¿Sueles ir a Gran Vía en Navidad? ¿A las rebajas de Enero?, aquí puedes empezar a entrenar.Y con esto hemos acabado con el principal problema de El Tigre, todo lo demás parecen ventajas: camareros agradables, raciones abundantes, mucho sitio (hay una zona con bastantes mesas al fondo), cercanía de las zonas para salir, y, ¿hemos dicho ya tapas abundantes?
Calidad cerveza: 7
Variedad en bebidas: 6
Nivel tapas gratis: 9
Calidad comida: 8
Precio: 7
Relación rentabilidad calidad-precio: 8
Limpieza: 8
Comodidad: 7
Atención al cliente: 7
Amplitud de raciones: 8
Ambiente fiestero de la zona: 9
Calle de las Infantas, 28, 28004 Madrid
915 320 072
Horas de apertura:
lun-jue 10.30 - 01.30
vie-dom 13.00 - 01.30
915 320 072
Horas de apertura:
lun-jue 10.30 - 01.30
vie-dom 13.00 - 01.30
Calle de las Infantas 30, Madrid, m.
Metros: Gran Vía, Banco de España, Chueca.
Buses:
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Comentarios
os habeis olvidado de poner la direccion. situais entre tres bocas de metro y ale, a la aventura?