EL BURGO DE OSMA Y SORIA CAPITAL: CERVEZA BARATA PERO DÉFICIT EN EL TAPEO.

Escapadas.
El río Duero en su paso por Soria deja imágenes así de bellas.
Por primera vez en nuestra sección de Escapadas, vamos a dedicar un artículo a dos municipios a la vez, aunque eso sí, de la misma provincia: El Burgo de Osma y Soria, ambos pertenecientes a la provincia homónima de la segunda. Comenzamos, pues, sin más demora, con la ruta de bares de cada población:

El Burgo de Osma.
El escudo antiguo de El Burgo de Osma que se puede apreciar en la Catedral.
Heredera de la celtíbera Uxama, El Burgo de Osma es una pequeña ciudad esbelta aunque algo envejecida en la que se levanta con orgullo su catedral, recuerdo de su elixir medieval. Es ideal para visitarla uno o dos días y poder disfrutar no sólo de historia, sino también de rutas de senderismo y de paseos por el río. Y cómo no, en medio de la visita, uno también puede refrescarse en los bares autóctonos, y para darles las mejores recomendaciones está Cadacervezaconsutapa.
Vista de la Catedral de El Burgo de Osma.
Nuestra ruta por las calles burgenses (en su mayoría llenas de soportales) se inició en la terraza del bar mesón Luis, el cual se encuentra haciendo esquina con la importante Calle Mayor. En el local no hay servicio de terraza con lo cual hay que acercarse a pedir y servirse uno mismo en las mesas de la calle. En su favor hay que decir que cuenta con una gran cantidad de sombrillas que evitan que te dé el sol. En la ronda no nos pusieron nada de aperitivo gratis, pero esto es algo habitual, por desgracia, en la provincia de Soria. Poco a poco algunos bares van introduciendo la costumbre de poner la tapita con la cerveza. Hablando de cerveza, la que tienen de barril es Amstel en el Mesón Luis, y el precio de la caña (en un vaso de unos 25 cl., es decir, caña larga aunque no llega a doble) es de 1,50. Puedes pedir también alguna ración, pero no poseen mucha variedad y el precio es algo caro (aunque recomendamos los choricillos fritos, muy ricos).
La Cruz del Siglo vigila la ciudad desde el monte.
El siguiente de la lista es el bar cafetería Capitol, situado en la misma Plaza Mayor de la ciudad. El Capitol está asociado a una pastelería que está pegada a él. Posee una gran terraza, al igual que todos los restaurantes de la plaza, y el camarero que suponemos es el dueño, dio una muestra de una más que decente atención al cliente. Por dentro también es amplio, y tiene cuadros cinematográficos y de El Burgo de Osma para adornar el local. Sí poseen servicio de terraza y el precio de la caña en ella (Amstel) es de 1,40 (caña larga de 25 cl.). Para comer recomendamos totalmente sus ensaladas, en especial la tropical, ya que son de gran sabor y de muy buen tamaño. No podemos decir lo mismo de las patatas bravas, muy alejadas de lo que se pueda considerar como tal, aunque bien es cierto que es un déficit, al igual que el de no poner aperitivos, extendido por casi todos los bares sorianos. Al contrario que el mesón Luis, en la cafetería Capitol sí disponen de una amplia y variada carta, con raciones, bocadillos, pinchos y hamburguesas a buen precio.
Buenísima ensalada de El Capitol.
Cerca de la Plaza Mayor, bordeando la Plaza de Santo Domingo, encontramos dos interesantes bares en donde hacer una rutilla de cervezas o vinos: la Taberna Machote y el bar Casa Engracia. En el primero de ellos puedes disfrutar de botellines Mahou a un euro, y en alguna ocasión hasta te ponen aperitivo. En una de nuestras rondas nos pusieron unos canapés con una rodaja de tomate y una anchoa. Algo es algo. Además, la chica que lleva el bar es bastante amable, y muy conocida entre los vecinos del pueblo, los cuales paran por allí de cuando en cuando para charlar con ella. La Taberna Machote es pequeñita por dentro, y podría definirse como el típico "bar de viejos", sin embargo posee cierto encanto y un horno de leña en su interior, detalle que siempre se agradece. En cuanto al Engracia, que está pegado al Machote, es un bar con un mejor diseño y más amplio, que como curiosidad cuenta con un cuadro enmarcado con la foto de la plantilla del Numancia que se enfrentó en su día al Barcelona de Cruyff en Copa del Rey cuando los sorianos militaban en segunda división B. Tienen simpáticos camareros que te dan conversación (uno de ellos es un gay muy gracioso) y también tienen botellín de cerveza Mahou (puedes pedir también San Miguel). Aquí sí tienen costumbre de poner aperitivo con la consumición, en nuestro caso unas ricas gambas rebozadas, y el precio del quinto es de 1,20.
La taberna El Machote.
Alejándonos del centro de la villa, y caminando hacia el parque que se encuentra junto al río Ucero, nos topamos con el bar chiringuito El Parque. Su mayor punto favorable es su situación. Rodeado de los jardines que adornan al parque del Burgo de Osma, y con la brisa del río, se está divinamente en su terraza (también tienen de invierno, algo ideal sobre todo para fumadores). Además, sí cuentan con servicio de terraza y el camarero no para de trabajar ya sea atendiendo a los clientes con amabilidad o haciendo otras tareas. Puedes elegir varias marcas de cerveza, Mahou, Heineken, San Miguel, etc. y el precio del botellín es de 1,15. En la primera ronda te regalan una bolsa de snacks (nosotros elegimos los famosos Pelotazos), pero en las siguientes ya no tendrás aperitivo. En este sitio se reúnen también algunos vecinos para jugar a las cartas.
Ronda en Casa Engracia.
Interior de La Madrileña.
Para concluir esta pequeña guía de los bares de El Burgo de Osma, nos vamos a dirigir hacia las afueras de la pequeña ciudad. En la Avenida Juan Carlos I nos esperaba una grata sorpresa: el bar La madrileña. Este local está regentado, como bien indica su nombre, por una joven madrileña llamada Tamara. Ella y su familia, con su negocio, han conseguido darle un toque castizo al Burgo. En este bar sí hay tapita gratis con la consumición (como debería ser siempre) y sí ponen unas bravas como el estómago manda. Tienes variedad de botellines a elegir (en la ciudad no ponen tercios en ningún sitio, curioso), ya sea de Mahou, Amstel o Heineken, y a un muy buen precio: tan sólo un eurillo. El diseño del local es bastante nuevo y bonito, y hay diversas fotos con imágenes antiguas de Madrid, lo cual es muy interesante para todo el mundo, pero en especial para los visitantes de la capital. En La madrileña también hay una gran variedad de raciones (casi a todas a 5 euros) y una muy buena atención al cliente con mucha simpatía, y además ponen buena música de fondo (a un volumen adecuado). Es, probablemente, el bar más completo de los visitados por el equipo del blog en El Burgo de Osma.


Soria.
Detalle de los relieves presentes en la puerta de la Iglesia de Santo Domingo.
Continuamos nuestra escapada ahora en la capital de la provincia soriana. La denominada ciudad de los poetas, pues deslumbró a maestros de la lírica como Bécquer, Antonio Machado o Gerardo Diego, posee diferentes rutas del cañeo y del tapeo que en Cadacervezaconsutapa pudimos conocer. Soria es una ciudad histórica, que anda estancada en la actualidad (posee sólo 40.000 habitantes), y que además de buenos bares (aunque con mucho por mejorar) tiene cosas interesantes que ver (en especial, la espectacular iglesia de Santo Domingo y el claustro de San Juan de Duero) y magníficas rutas de senderismo que hacer (varios montes rodean la ciudad además del mítico y bello río Duero), aunque aquí nos vamos a centrar, lógicamente, en el mundo de las tabernas.
La Ermita de Nuestra Señora del Mirón.
Nuestra ruta de bares por Soria capital partió de la céntrica plaza de Mariano Granados, en un recorrido que nos llevó hasta la Plaza Mayor de la ciudad, junto al Ayuntamiento. Allí hay un par de terrazas muy amplias. Nuestra primera parada fue en La Taberna de la niña. En este bar no había servicio de terraza, pero al menos sí nos pusieron aperitivo con la ronda, unos canapés con torreznos (producto bastante típico de la zona). Eso sí, el precio fue bastante caro, aunque imaginamos que influenciado por el lugar en donde se encuentra. Un Red bull y un botellín de cerveza Mahou por 4,20 euros, juzguen ustedes mismos.
La Taberna La Niña.
El siguiente bar fue el Saratoga, situado en una pequeña calle muy cercana a donde se encuentra el Instituto Antonio Machado, en el cual dio clase el escritor. Aquí sí te sirven en terraza, pero se produjo algo que es bastante incómodo. La camarera sólo ponía aperitivillos (patatas y aceitunas) a un grupo de personas que eran conocidos suyos, al resto de clientes no nos puso nada. El botellín, también Mahou, cuesta 1,30 euros, algo caro para lo que da de sí el bar.
Dirigiéndonos a la conocida Plaza del tubo, decidimos visitar un par de sitios de la misma: el bar El Congo y el restaurante La posada. En ninguno de ellos había servicio de terraza, es decir, tenías que pedir la consumición dentro y sacarla fuera. El Congo es un bar de clientela juvenil, que te pone los botellines a un euro y la jarra de cerveza a 2,50. El dueño es un rockero que se niega a envejecer y por dentro el local da más la imagen de un pub que de un bar tradicional. En La Posada lo más destacable son las tostas que te sirven desde 1,50 euros, siendo muy recomendables la de surimi con mayonesa y la de chaca. Tardan mucho en atenderte y el botellín de cerveza cuesta 1,30. En cuanto a raciones disponen de mucha variedad, aunque son algo caras. Quizá la más rentable calidad-precio sea la de calamares por 7 euros. Hay que indicar que en esta plaza, por las noches, se efectúan juegos de luces que dan un toque muy hermoso al sitio.
En La Posada tienen esta curiosa colección de escudos.
Regresando hacia la Plaza de Mariano Granados te topas, en la calle Marqués de Vadillo, con el bar de moda en Soria: la Taberna Capote. Este local cambió hace un año y medio de dueños y se ha renovado a lo grande imitando a la cadena 100 Montaditos. Aquí puedes elegir entre más de 50 montaditos, y a veces también te ponen aperitivo con la ronda de cervezas (en nuestro caso, unas deliciosas croquetas de queso). El precio de cada montadito es de 1,20 euros, y también puedes pedir ración de patatas bravas, de calamares y helados. El botellín de cerveza cuesta 1,30 y también puedes pedir cerveza de barril Cruzcampo glacial. Como curiosidad, en el bar también puedes disponer de una mesa con barril en donde servirte las cañas tú mismo, y poder competir contra otros bebedores, pues un videomarcador te va midiendo lo que consumes. La terraza también es muy destacable.
Los montaditos con sus patatas en Capote.
Junto a Capote, se encuentra la cafetería Zeus, que no tiene tanto éxito pero que tampoco está mal. Tiene un buen diseño por dentro y con la consumición te suelen poner un platillo con cacahuetes. Volvemos a repetir lo de algo es algo, ya que en Soria no hay tradición de poner tapa con las cañas. Este sí es un típico bar de raciones y demás.
Cerca de estos dos últimos bares, en la Plaza de Ramón Benito Aceña, se encuentra el bar Herradores. Esta es otra de las plazas clave en las noches de cañeo sorianas, y el Herradores uno de sus bares más visitados. Aquí si tienen atención en terraza, pero te cobran un recargo del 20%, a nuestro entender excesivo. Poseen ofertas del tipo: botellín Estrella Damm más tapa del día por 1,50 euros. Eso sí, la tapa puede ser por ejemplo un tigre para cada comensal. También ponen minirraciones de salchipapas por 1,50 euros. El local por dentro es amplio, y tienen enmarcadas las camisetas firmadas del Numancia y de la sección de baloncesto. Lo peor, sin duda, es la obsesión del dueño por poner a todo volumen la música del Arrebato.
En la Plaza de San Clemente (conocida popularmente como del tubo) se dan bonitos espectáculos de luces.
En definitiva, tanto El Burgo de Osma como Soria capital no destacan desde luego por ser una referencia entre el mundo del tapeo, pero si decide acercarse a alguno de estos municipios, esperamos que estas miniguías de ayuda les ayuden a elegir mejor los bares de su visita. Ya saben, Cadacervezaconsutapa.

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